viernes, 4 de enero de 2008

Los tesoros del cacique Nicaraocoyolt








En un rincón de la sala, cuando todo estaba oscuro, aparecía un resplandor intenso del fondo de la tierra. La primera vez que la Nubia lo vio no pudo dormir la noche entera y para compartir sus desvelos me invitaba a su casa con regularidad. Ella y yo éramos buenas amigas, casi hermanas, compartíamos nuestras abundantes preocupaciones. De la misma manera que el resplandor nocturno apareció así desapareció semanas después.
Me puse a estudiar el fenómeno detenidamente y comencé a recaudar informaciones con los ancianos del lugar. Con los datos recogidos, hice cálculos que me llevaron sin ninguna posible equivocación a afirmar el hallazgo del tesoro del cacique Nicaraocoyolt. El cacique había vivido en estos parajes en la época prehispánica y como la muerte lo sorprendió sin darle tiempo de informar a sus hijos y otros jefes de la comunidad el lugar donde lo había enterrado.
Le expliqué a la Nubia la importancia científica de este hallazgo y la necesidad de realizar las excavaciones necesarias.La propietaria no quiso oír las razones mencionadas y por el contrario afirmó que mientras viviera no lo peritiría, añadiendo que el desentierro de los antepasados no solo contrariaba el reposo de los muertos sino también la paz de los vivos.
Nos perdimos de vista y años después supe que había vendido la propiedad a una pareja de norteños. Pasé enojada meses enteros, tenía la esperanza de convencerla ya no de buscar el tesoro del cacique puesto que se había negado reiteradas veces sino a que concluyeramos un trato por la propiedad.
Los nuevos dueños construyeron un enorme edificio. La Nubia no les comentó nada sobre mis averiguaciones. Personalmente no tengo ningún interés en decírselos.
La Nubia tenía razón, a los antepasados hay que dejarlos en paz. Yo, ya tiré un telón sobre mis investigaciones.

Había hecho un inventario sobre estos objetos enterrados y no solo tienen un considerable valor histórico sino también un enorme valor monetario.
Para dar una idea del hallazgo, la sola estatua en oro macizo de la diosa del maíz”Xilonem” labrada y modelada por los mejores orfebres del Anahuac tiene un valor aproximativo de un dieciseis avos de la deuda externa del país. Imagínense una obra de arte milenaria. La estatua mide un metro y es una mazorca de maíz abriendo sus pétalos de tuza, en medio aparece la diosa sentada a ras del suelo,en una actitud solemne, serena, de pómulos salientes, nariz pequeña,labios nacarados y carnosos, una larga cabellera le cae sobre su cuerpo pero deja entrever sus pechos generosos. La estatua inspira y llama a la meditación. Entre las demás obras está la estatua de Quetzacoalt una obra maravillosa que sería imposible dar un valor aproximativo. Se necesitaría un experto en arte precolombino.
Pensé exponer estos estudios al gobierno de la República pero al ver tanta zopilotada preferí no divulgarlos.
No vaya a suceder que las maldiciones del cacique caigan sobre mi espalda en el caso que los bienes recaudados no beneficien a los pobladores de su actual territorio. Por otra parte, el Presidente que además de apropiarse de las rentas del país, se interesaba por las artes de la cocina y estaba tan gordo que para evitarse cualquier esfuerzo suplementario en acostarse y levantarse prefería dormir de pie. La oposición no se tiraba mejor, el sobreviviente de la fundación estaba ocupado en las cosas del corazón y se puso a hacer a los setenta años lo que no hizo a los veinte, el de aumentar sus decendientes. Fuentes íntimas a su persona me aseguraron que medio había perdido la de arriba (la cabeza ) pero no lo de abajo, se mantenia como una escopeta de hacienda tal un toro puntal. Los servicios de contra-espionaje detectaron el virus responsable de tal comportamiento que habia sido infiltrado por las oficinas de la CIE( compañía de servicios enemigos)para socavar la organización, la epidemia se habia propagado afectando los rangos femeninos. Una de ellas salió corriendo de una reunión con el calzón en la mano detrás de un ciudadano de un país lejano, paisano de W.W. El virus fue identificado como el de “sexivitis aguda”. No se conoce en la actualidad un antídoto para curarlo, los médicos especialistas en virologías de guerra recetan descanso absoluto y dejar que los efectos desaparezcan.
Los demás que estaban inmunizados, se encontraban ocupados en monopolizar pedazos de poder para sus propias personas. Y Los aguerridos miembros que estaban en desacuerdo por semejante despelote, eran expulsados de la Federación como objetos sin valor. !Inadmisible! si Nicaraocoyolt y el jefe de la Fundación vieran esto;no lo creerían. Pónganse ustedes en mi lugar llevar a cuestas semejante responsabilidad. Y les digo sinceramente que sólo a uno de los políticos pude haber dicho esta mi confidencia pero el muchacho, originario de Matagalpa, novio fiel de la patria ya habia muerto en la liberación. La Nubia también murió este año y con ella parte de nuestro secreto. Por mi lado sigo callada sin ganas de compartir mi hallazgo.
A mis hijos no he querido ponerlos en la confidencia ya que se volverían locos si les valoro la cuantía de las obras además no tienen el mínimo interés por las cosas presentes mucho menos por las pasadas. A lo mejor antes de irme al otro mundo encuentre a alguién en quien depositar ni secreto. Tengo una pequeña idea pero no quiero exponerla antes de estar bien segura.